Amanda Gorman, a sus 22 años, recitó «The Hill We Climb», el poema inaugural en la toma de posesión presidencial de Joe Biden y Kamala Harris en Washington, el 20 de enero de 2021. Y no solo se convirtió en la poeta más joven en hacerlo en décadas, asistimos al nacimiento de una estrella de la literatura estadounidense
El poema que hoy publicamos en El Escarabajo, «In This Place (An American Lyric)» / «En este lugar (una lírica estadounidense)», fue escrito a raíz de una marcha supremacista blanca en Charlottesville. Gorman no sabría lo que el destino le tenía preparado cuando lo leyó en la Biblioteca del Congreso en 2017, entre el público estaba la futura primera dama, Jill Biden. Lo demás es historia.
Basta leer apenas unas líneas para entender que estamos frente a una voz poética que retrata las inquietudes actuales de toda una generación: las libertades, el racismo, las protesas, la esperanza de un mejor horizonte y el dolor colectivo de la marginación.
La traducción es de la escritora colombiana Marisol Bohórquez Godoy, a quien agradecemos su autorización, y retomamos fragmentos de la publicación de Vuela Palabra, entrada del 21 de enero de 2021.
En este lugar (una lírica estadounidense)
Amanda Gorman
Hay un poema en este lugar—
en las pisadas por los corredores
en el silencioso ritmo de los asientos.
Está aquí, en la cortina del día,
donde Estados Unidos de América escribe una lírica
que debes susurrar para decir.
Hay un poema en este lugar—
en la gracia profunda,
la cara arrugada de este noble edificio,
colecciones quemadas y revividas dos veces.
Hay un poema en Boston’s Copley Square
donde los gritos de protesta
rasgan el aire
como sábanas de lluvia,
donde el amor de tantos
se traga el odio de unos pocos.
Hay un poema en Charlottesville
donde las antorchas tiki se alinean en un anillo de llamas
estrecho alrededor de la muñeca de la noche
donde hombres muy blancos resplandecen azul—
parecen como estatuas
donde los hombres amontonan esa larga cera ardiendo
cada vez más alto
donde Heather Heyer
florece para siempre en una pradera de resistencia.
Hay un poema en el gran gigante dormido
del lago Michigan, desafiante levanta
su gran cabeza azul hacia Milwaukee y Chicago—
un poema que comenzó hace mucho tiempo, ardió en helado suelo,
pavoneándose altivo y fulgurante.
Hay un poema en Florida, en el este de Texas
donde las calles se hinchan en un cruce
de ríos, vacas a flote como boyas moteadas en el marrón,
donde el coraje es ahora tan común
que Jesús Contreras de 23 años rescata personas de las inundaciones.
Hay un poema en Los Ángeles
bostezando como la marea del Pacífico
donde una madre soltera se sofoca
en un aula sin ventanas, enseñando
a estudiantes negros y marrones en Watts
a deletrear sus pensamientos
para que su hija pueda escribir
este poema para ti.
Hay un poema en California
donde miles de estudiantes marchan por bloques,
indocumentados y sin miedo;
donde mi amiga Rosa encuentra el poder de florecer
en un punto muerto, su espíritu es la piedra angular de su comunidad.
Ella sabe que la esperanza es como un obstinado
barco aferrado a un muelle,
una verdad: no puedes detener a un soñador
o derribar un sueño.
¿Cómo podría no ser ésta su ciudad?—
su nación
nuestro país
nuestros Estados Unidos de América,
nuestra lírica estadounidense por escribir—
un poema por la gente, el pobre
el protestante, el musulmán, el judío,
el nativo, el inmigrante,
el negro, el marrón, el ciego, el valiente,
el indocumentado y sin flaquear,
la mujer, el hombre, el no binario,
el blanco, el transexual,
el aliado de todos los anteriores
y más?
Los tiranos temen al poeta
Ahora que lo sabemos
No lo arruinemos
Lo debemos
Hay que mostrarlo
No lo retendremos
aunque sea cierto
que dolerá coserlo
cuando el mundo
te impida defenderlo
Esperanza—
debemos otorgarla
como un pabilo en el poeta
para que pueda crecer, iluminado,
trayendo consigo
historias para reescribir—
la historia de la ciudad de Texas agotada pero no derrotada
una historia escrita que no necesita repetirse
una nación conformada pero aún no completa.
Hay un poema en este lugar—
un poema en Estados Unidos de América
un poeta en cada estadounidense
que reescribe esta nación, que habla de
una historia digna de ser contada en este pedacito de tierra
para respirar esperanza en un palimpsesto del tiempo—
un poeta en cada estadounidense
capaz de ver que nuestro poema escrito
no significa el final de nuestro poema.
Hay un lugar donde este poema habita—
es aquí, es ahora, en el canto amarillo de la campana del alba
donde escribimos una lírica estadounidense
que apenas empezamos a contar.
(Traducción de Marisol Bohórquez Godoy)
In This Place (An American Lyric)
There’s a poem in this place—
in the footfalls in the halls
in the quiet beat of the seats.
It is here, at the curtain of day,
where America writes a lyric
you must whisper to say.
There’s a poem in this place—
in the heavy grace,
the lined face of this noble building,
collections burned and reborn twice.
There’s a poem in Boston’s Copley Square
where protest chants
tear through the air
like sheets of rain,
where love of the many
swallows hatred of the few.
There’s a poem in Charlottesville
where tiki torches string a ring of flame
tight round the wrist of night
where men so white they gleam blue—
seem like statues
where men heap that long wax burning
ever higher
where Heather Heyer
blooms forever in a meadow of resistance.
There’s a poem in the great sleeping giant
of Lake Michigan, defiantly raising
its big blue head to Milwaukee and Chicago—
a poem begun long ago, blazed into frozen soil,
strutting upward and aglow.
There’s a poem in Florida, in East Texas
where streets swell into a nexus
of rivers, cows afloat like mottled buoys in the brown,
where courage is now so common
that 23-year-old Jesus Contreras rescues people from floodwaters.
There’s a poem in Los Angeles
yawning wide as the Pacific tide
where a single mother swelters
in a windowless classroom, teaching
black and brown students in Watts
to spell out their thoughts
so her daughter might write
this poem for you.
There’s a lyric in California
where thousands of students march for blocks,
undocumented and unafraid;
where my friend Rosa finds the power to blossom
in deadlock, her spirit the bedrock of her community.
She knows hope is like a stubborn
ship gripping a dock,
a truth: that you can’t stop a dreamer
or knock down a dream.
How could this not be her city
su nación
our country
our America,
our American lyric to write—
a poem by the people, the poor,
the Protestant, the Muslim, the Jew,
the native, the immigrant,
the black, the brown, the blind, the brave,
the undocumented and undeterred,
the woman, the man, the nonbinary,
the white, the trans,
the ally to all of the above
and more?
Tyrants fear the poet.
Now that we know it
we can’t blow it.
We owe it
to show it
not slow it
although it
hurts to sew it
when the world
skirts below it.
Hope—
we must bestow it
like a wick in the poet
so it can grow, lit,
bringing with it
stories to rewrite—
the story of a Texas city depleted but not defeated
a history written that need not be repeated
a nation composed but not yet completed.
There’s a poem in this place—
a poem in America
a poet in every American
who rewrites this nation, who tells
a story worthy of being told on this minnow of an earth
to breathe hope into a palimpsest of time—
a poet in every American
who sees that our poem penned
doesn’t mean our poem’s end.
There’s a place where this poem dwells—
it is here, it is now, in the yellow song of dawn’s bell
where we write an American lyric
we are just beginning to tell.
Amanda Gorman (1998, Los Ángeles, California-Estados Unidos). Es la joven escritora que hizo historia en 2017 al obtener el título de «National Youth Poet Laureate». Se graduó de Harvard con un B.A. en Sociología. A los 16 años de edad publicó su primer poemario titulado The One for Whom Food Is Not Enough (2015). Desde entonces, ha recibido importantes invitaciones para recitar sus poemas y para dar discursos sobre su lucha por la justicia y la igualdad. Amanda ha hablado ante grandes audiencias en lugares de todo el país, desde la Biblioteca del Congreso hasta el Lincoln Center.
Marisol Bohórquez Godoy es una poeta y traductora literaria colombiana nacida en Santa María, Huila en 1982 y radicada desde el 2016 en Estados Unidos. Ha publicado los poemarios: La soledad de los espejos (2016), Efecto Mariposa- Effetto Farfalla (2017), Antipartículas (2019) en coautoría con Gianni Darconza y La forma del vacío-La forma del vuoto (2019), poemario premiado como finalista del Concurso Internaiconal de Narrativa y Poesía «Eurpa in versi» 2020. Ha traducido poesía de más de 50 autores italianos contemporáneos y de algunos poetas de habla inglesa. Fundó y dirige la revista digital Vuela Palabra (www.vuelapalabra.com),un proyecto dedicado a la difusión de la Literatura y el Arte.
hola como están soy rogelio cerda director de la revista en pdf.
Es_Kupe
primero quiero felicitar a la poeta ´por tan hermoso trabajo
en segundo lugar sin desmereser en lo absoluto tan hermosa traduccion me recordo mucho la fuerza de un ginsgber pero eso solo seria limitar a esta hermosa mariposa que esta pronta a slair del capullo felicitaciones muchas felicitaciones
exelente trabajo de ambas a la autora y a la traductora
transmite perfectamente el impactp en una joven al encontrarse ante tanta desgracia he ignominia