El poeta y cantautor colombiano Íkaro Valderrama nos comparte «Niña Cabra» y otros poemas de su autoría
Niña cabra
“Todos los seres están en mí”.
(Bhagavad Gita. ix, 4)
Tú, Niña cabra,
princesa sin nombre,
pelaje blanco que transita,
errante, los silencios del bosque,
las ruinas de la luz,
ven trae a mi vista
—al jardín de los murciélagos durmientes—
los cuernos prodigiosos,
diamantes afilados
que hirieron los pulmones
amarillos de la fiera.
Niña cabra,
niebla de mi niebla,
madre de los astros y terror del unicornio,
retórnale a mi cuerpo
su aliento de animal.
Rosa polar
“Y dicen: son leyendas de los antiguos
que él manda escribir”.
(Corán. 25, 5)
Ananyaq, el abuelo esquimal, decía:
las mujeres son aves majestuosas
que destellan su arcoíris en el hielo;
por eso, donde nace una mujer, florece una canción.
Ananyaq, el abuelo esquimal, decía:
la pipa de Amarok, el cazador de ballenas,
conoce las historias de todos los hombres;
por eso, cuando se hunda el barco de Amarok,
las morsas cuidarán nuestros recuerdos.
Ananyaq, el abuelo esquimal, decía:
la lengua del hombre es la punta del iceberg.
Y también decía:
el agua es la tierra del Inuit,
donde siembra sus arpones y el trineo.
El agua es la casa del Inuit,
donde duermen las historias y los niños.
Ananyaq, el abuelo esquimal,
guardaba silencio.
Querubín
“Y verás a los ángeles…
”(Corán. 39, 72)
En el altar de los jaguares
un ángel me ofreció su cuerpo,
su carne de animal sin sombra.
Le dije: “polvo eres, Sol serás,
y las tripas que gobiernan mi certeza
te acogen. Entra, profundo creatura extraña,
en mí, ¡y alégrate!”.
En aquel tiempo, así fue:
la noche abrió sus fauces amarillas,
y un pájaro anunció la ceremonia:
Kaiuh, kaiuh,
kaiuh, kaiuh.
Fue entonces que mis dientes conquistaron
(rumiando las moléculas celestes),
un misterio en el altar de los jaguares:
de anacondas y tucanes, de ovejas, cucarrones y caballos,
de elefantes, gaviotas y planetas,
se alimentan los ángeles divinos,
seres vivos que nacieron en la selva
como omnívoros destellos de la luz.
Oremos:
Ángel Indio junto al río Putumayo,
Ángel Tigre que devora las Galaxias,
entra en mí,
¡y alégrate!
Si fuéramos la sombra
“Luz y oscuridad son dos caminos
que existen eternamente”.
(Bhagavad Gita. viii, 26)
I
Si fuéramos la sombra de Dios,
la serpiente,
el tigre alado de sus pesadillas,
o un oscuro secreto
anterior a la palabra,
los dones del terror volverían a mi cuerpo.
La enfermedad, clarividente,
escribe:
«El infierno es un vientre de luz;
el infierno
es ahora».
II
Eres, en verdad, mi sombra,
el tigre blanco que aletea
en los rincones de mi sueño
como una canción.
Eres, en verdad,
un secreto anterior a la palabra,
un sonido anterior al silencio,
un cuerpo (de serpiente, si quieres)
anterior a la materia.
La Eternidad, clarividente,
anuncia:
“Un hombre es el vientre de Dios;
un hombre,
un Cielo”.
Otro pájaro
“Oigan el sueño que tuve”.
(Génesis xxxvii. 6)
Canta en lo profundo
del pájaro que duerme
otro pájaro,
tembloroso arcoíris
en el bosque de mi sueño.
Leche pura del sonido
“Se mueve y a la vez es inmóvil”
(Bhagavad Gita. xiii, 15)
Leche pura del sonido,
Cielo abierto entre tus piernas,
más allá de los abismos
donde nace Todo.
Orgasmo, animal celeste
a orillas de la luz.Oremos:
Cordón umbilical de Jesucristo,
alimento de la célula divina,
raíz del Cielo en placenta de mujer.
Mamífera Virgen, Mamífero Dios,
Mamífero Misterio:
desnúdanos.
Mamífera Virgen, Mamífero Dios,
Mamífero Misterio:
amamántanos.
Si están preñadas con tu Verbo las cigüeñas,
que descienda su calor sobre nosotros:
Pluma y canto por los siglos de los siglos,
pluma y canto en las daturas del jardín.
Mono negro
… le hemos atado su destino al cuello
(Corán. 17, 13)
Mandíbulas de mono negro,
collar brujo
en tu cuello (árbol blanco)
se reaniman las maromas del primate,
las piruetas, los brincos, la cabriola.
Uh-uh-ah-ah.
Uh-uh-ah-ah.
Chilla en tu garganta, collar brujo,
trapecista el mono negro
de cartilaginosas cuerdas, o lianas, o yedras
vocales.
Uh-uh-ah-ah.
Uh-uh-ah-ah.
Enrosca, collar brujo,
su cola el mono negro,
prensil en el mandala de tu canto vegetal,
y gira, pendula, oscila, espera
el fin.
Íkaro Valderrama (Sogamoso, Colombia) Poeta y cantautor colombiano con influencias del rock y el folk siberiano. Intérprete del arte del canto de garganta (khai), patrimonio inmaterial de los pueblos de Asia Central y Mongolia. Se acompaña principalmente de la guitarra eléctrica y del chatkhan. Cuenta con tres discos como solista: Íkaro (2020), Hijos del viento (2018) y TransBaikal 2.1, álbum producido por Mauro D´ León en Medellín (2014). También es guitarrista del grupo de rock en idioma jakaso TILEKEI, grupo que creó junto a su esposa, la cantante y compositora de Jakasia, Otumai Chebodaeva. Fondo de Cultura Económica publicó algunos de sus poemas como parte de la compilación: Nuestramérica es un verso. Antología poética 1968-1989. Editor consejero para la revista The Antonym; integrante del Comité Editorial de Gestos de la Poesía (franja literaria de la Universidad de los Andes). Ha participado en diversos eventos como el Festival por la defensa de los Páramos (Tunja, 2018); Festival de Poesía en las Escuelas (Santiago, Chile, 2019); Festival Internacional de Poesía de Medellín (2018 y 2022); Festival de Poesía del Wallmapu (Temuco, Chile – en línea); Kolkata Poetry Confluence (Calcuta, 2022), entre otros. Su poesía se ha traducido al inglés, ruso y bengalí. Fundador de la casa de publicaciones Lobo Blanco Editores. Escucha la música de Íkaro Valderrama en: YouTube: www.youtube.com/channel/@ikarovalderrama Spotify: https://open.spotify.com/intl-es/artist/34g1ww4R1jVYPfZq6Ayuuy iTunes: https://music.apple.com/co/artist/ikaro-valderrama/1118038012 Canal del grupo TILEKEI: https://www.youtube.com/channel/UC3VOwbSx1tYkm6gsauE-mlg