Selección poética de Nilson Alas

Ofrecemos una selección poética del escritor salvadoreño Nilson Alas (1966-2025) donde la memoria y la nostalgia al Edén personal conforman una epopeya íntima de un país y de una generación marcada por el conflicto armado y la posguerra

Nilson Alas | Poeta

Somos

Mi pecho clama el ansiado 
sacrificio de tus manos.
somos animales en delirio
buscando el fuego entre las ondas cicatrices.
Hemos descendido a los abismos de la sangre.


Perpetuidad 

Soy raíz que se hunde en la tierra abonada 
por el humus de mis muertos 
y se alzan en mis ramas los frutos que eternizan su sangre. 

Elevo los ojos al azul infinito, 
donde las flores y los sueños viajan 
en abejas arropadas por la brisa. 

Espero la cosecha 
en el júbilo de las horas 
y en las noches con estrellas. 

El húmedo brillo se desliza entre arrugas 
y el tiempo me sumerge 
en el último sueño.


V

No quiero ver hacia afuera de la noche
sin entrar al trébol de la luz en el laberinto.

En un parpadeo de hoja,
cara a cara con la muerte,
regresó como el pájaro al invierno,
a los días en que un Dios elevaba mi piscucha.

Vuelvo en la sangre de los gritos,
en los huesos salpicados,
en los ojos de un tiempo sin espera,
en los adobes que sostienen los tejados fríos.

Miro en el centro de la brasa un equinoccio de la vida
donde la muerte es vida que no muere.


Canta, corazón 

Arráncame la espina sin lastimar mi alma, 
desátame el alma sin arrancar mi esencia. 
Limpiemos los caminos, obrero, campesino, hermano. 
Mi corazón, 
lleno de música y de cantos, 
conoce la alegría. 
Pero sangra también 
por la amargura de estos tiempos.


Ciclos

Morirá el árbol en la flor,
y la flor se abrirá en la semilla
para eternizar su aroma y su color
en el rocío de la hoja verde.

Al alba, el viento traerá de los polos
los ojos del hombre que ama la palabra
y el sueño del espíritu.

Naturaleza y cuerpo
morirán y nacerán
segundo tras segundo.


El cofre

Madera, naftalina, barniz a la medida
guardado celosamente por años:
seis reliquias de hilo de color entrelazados,
la ropa dominguera,
el traje del “sí, acepto”, 
y dos escapularios oscuros
bendecidos en la misa de un glorioso domingo de marzo

Ahí guardaba la historia con pulso seguro,
y algunas fotos que capturaron sin color
a mis hermanos mayores.
En el gris desvanecido, la pobreza impalpable
de aquel matrimonio numeroso
y el semblante de mi padre, firme como roca
que suda y canta su dolor oscuro.

Siempre cerrado
para no dejar escapar su aliento de cedro maduro,
dentro había otro cofre más oscuro y diminuto,
donde habitaban sus sueños y deseos,
los que se fueron un día luminoso de septiembre,
al cerrar la puerta
con el último suspiro de su sangre. 

Nilson Alas. (Chalatenango, El Salvador 1966-Houston, Estados Unidos 2025). Optometrista y poeta. Estudió Letras en la Universidad de El Salvador, donde animó la revista cultural Clave y el taller de artesanía en barro Tutekin. En la década de 2000 formó parte de la Fundación Cultural Alkimia, en cuyo proyecto editorial, Alkimia Libros, vio publicada su primera colección de poemas, Cuaderno solar (San Salvador, 2007).
En 2012, Laberinto Editorial editó su segundo libro, Cofre de familia; en 2019, Mutilaciones y otras piezas de la memoria y Campo de abrazos en 2024.

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