Física imprevista y matemáticas desgraciadas: ¡Gol!

Partido clasificatorio de fútbol El Salvador y Canadá

El 2 de febrero, en el Estadio Cuscatlán, la Selección salvadoreña de fútbol cayó 0-2 ante su par canadiense; la derrota puso mayor distancia entre el sueño mundialista salvadoreño y Catar 2022. El primer gol, un gol extraño, se viralizó rápidamente. Este es el agudo comentario de Camaleón sobre el partido y una no clasificación anunciada


Camaleón | Artista de ideas y colores


Sí, ¡goool! A los 66 minutos de estar batallando contra la marea roja canadiense en el Estadio Cuscatlán —coloso de Montserrat, le dicen—, la selecta recibió el primer gol «gratuito», «insólito». La física imprevista metió gol: Atiba Hutchinson pateó muy fuerte contra la portería guanaca un pase que recibió al centro, de inmediato el número 4 azul, Eriq Zavaleta, trató de despejar en corto con el pie derecho mientras Hutchinson caía de espaldas; pero, en vez de salir por la línea de córner, la pelota pegó en el palo izquierdo y rebotó en menos de un segundo en la espalda del canadiense para seguir, formando una curva, precisamente hacia la la portería y finalizar su inercia en el fondo de la red. Mientras tanto, Kevin Carabantes trató de controlar la jugada; no alcanzó a ver adónde se fue el balón, en un instante se quedó «cazando mariposas», giró para alcanzarlo —¡imposible!, ni se dejó tocar— y vio con decepción el inesperado uno a cero, aunque la derrota ya estaba anunciada en vista de la trayectoria superior del equipo norteamericano en esta competencia. 

Algunos ‘selectos’ señalaron fuera de juego, pero el árbitro ni se dio por aludido. El daño ya estaba hecho. Los canadienses se abrazaron muy alegres formando como una gran hoja de maple roja. Resumen: Centro > despeje > palo > espalda > curva = Gol. Esta fue la geometría en acción: un pentágono infeliz, desgraciado, para la azul y para los aficionados que Mundial tras Mundial guardan y desechan esperanzas de que la Selecta vuelva a jugar fútbol a ese nivel. Ya en los últimos minutos, Marvin Monterroza «casi casi» mete gol con un patadón desde más de treinta metros, pero el gigantón Milan Borjan a duras penas sacó la pelota por arriba con una mano. 

El árbitro estadounidense Armando Villarreal dio cuatro minutos de compensación. ¿Pudo la selecta empatar el partido? No. Al contrario. Otra vez un «descuido» de los salvadoreños definió el resultado. Enrico Hernández hizo un saque lateral enviando la pelota al habilidoso Monterroza, que estaba alejado del grupo, quizás para generar una jugada efectiva. El saque fue débil y Jonathan David aprovechó para alcanzar la pelota antes y quitársela a Monterroza; este trató de detenerlo pero aquel corrió a toda velocidad, y se les pegó otro salvadoreño en apoyo, pero David los iba dejando como a metro y medio. A todo esto, Caravantes andaba en el área canadiense a saber por qué, y tuvo que correr paralelo a ellos para lograr llegar antes a la solitaria meta; cerca de esta con dificultad se dio vuelta y, corriendo hacia atrás, trató de enfrentar a David. Otra vez entró en acción la física: solo bastó otra curva de la pelota trazada por el pie del rojo, una bolea, sobre el portero —que ni que volara la alcanzaría— para que apareciera en la pantalla electrónica un luminoso 2 a la par de CAN, y en SLV, 0. Canadá selló su boleto al Mundial.

Y las ingratas matemáticas ¿cuándo entran en juego? Cuando los «entendidos en la materia» sacan sus calculadoras para hacer operaciones y ver hasta qué profundidades numéricas favorables se puede llegar, en el a veces ilusorio repechaje, para que la selecta alcance a estar presente en Catar 2022. Que si gana este, que si pierde el otro… El Salvador necesita 10 puntos para clasificar. ¿De dónde los va a sacar?

Como dicen los jugadores cuando «no salen bien las cosas» y después los entrevistan: «Así es el fútbol». Y los dirigentes federativos sostienen que la Selección está en «un [eterno] proceso». 

¡Al Mundial de México, Canadá y Estados Unidos en 2026!

EL DATO: La Selección Nacional de Fútbol de El Salvador ha participado dos veces en la Copa Mundial de Fútbol: México 1970 y España 1982. A manera de comparación: Alemania y Brasil han asistido a 22 Mundiales cada uno. 


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