Poemas de Diana Castro

Revista El Escarabajo se complace en presentar una muestra del trabajo poético de Diana Castro, autora de Levedad de voz (Equizzero, 2015) y Una mancha roja (La Chifurnia, 2017). En este material, Castro explora temas como el amor, el desamparo, el recuerdo y el dolor


Los más solos

Quiero hablar de cosas vanas,
las espinas del rosal
la lentitud de las noches en este barrio
lleno de pequeños y burdos motivos
para huir. 
Los perros en una esquina
aguardando el ocaso.
Una señora aguarda lo mismo,
caminando con los perros se marcha
hacia otra esquina
-la esquina de los adioses-
donde una vez un hombre corrió
con mi cuerpo en sus brazos
dejando de rastro la tupida lágrima
cayendo sobre el lastimero destino.
Yo no era ese cuerpo,
la calle había sido tapizada con presagios rotos
de cabellos y de uñas y de pedazos carcomidos
de un alma persiguiendo la razón de la vida. 
Las rosas siguen en su lugar, la salvia,
la tierra firme, los animales minúsculos
que tropiezan con mi lengua empapada 
y llueve sobre el rostro alcanzado 
esa tarde, 
sobre los parajes amarillos de la ciudad.
Y nunca es tan tarde 
sobre esa silla y la ventana atravesada
entre su cuerpo y el silencio gentil
del desamparo.


Lluviosa

Ojalá llueva pronto, ojalá
Ojalá termine pronto la angustia
Ojalá se lleve la lluvia mi ansia
Este río revuelto de nada en el pecho
Ojalá el agua. Ojalá el cuerpo vivo
Vivo, sin asperezas, y es tarde y es desierto
Te digo, vamos, corriendo detrás de las nubes
Apuro el paso y nos persigue 
No es la lluvia, es mi cuerpo
El que persigue
Ojalá llueva siempre, siempre,
Hasta lavar todo este rastro de fuego.


Comunión

Me encontré con las uvas de la felicidad
rodando como cascos ardientes
sobre el campo
bajo una luz exigua, caliente.
Mis rodillas temblaron cuando
me encontré postrada entre la hierba,
sentir el aire enfebrecido, 
revuelto entre mis piernas
enseguida del cuello, 
el pecho abierto como la herida
del fuego, la vida
como consagración de las bestias.
Amo al león que ruge desde las fauces de Dios,
amo a la pequeña libélula 
sin nada más que su delirio estrepitoso
en el gran cielo quemado del Trópico.
He amado al hombre y a la mujer
de barro, de piedra, de madera,
de hastío, de trueno
de repentina sangre
de corazón ardiente como el
hocico rojo de las hienas sagradas
He amado antes que el mundo me tragase
como el lobo traga la luz en el túmulo
de la noche.
He amado y ardido las palabras
Las cosas vivas y resplandecientes
Los caminos rodeados de espinas y bocas
que besaron mi cabeza ungida,
Mi piel expuesta y azul
como un capullo impalpable.
He heredado la perfección 
voluptuosa de la serpiente
La potestad del placer
Tras la derrota del Paraíso


Escrito desde la fiebre

La lámpara domina a los ojos.

El tiempo es una mancha roja
y el viento quema la lengua
como cuando traicionamos.


Herida primigenia

En mi nido de tiempo 
ardí bajo la tempestad.
Mi llama es la herida que duerme.
Las bestias escupen conjuros
con los ojos cerrados 
y vociferan palabras infames:
manchas, madre,
desdén, nostalgia, auxilio, 
aludes ásperos.

Ahora me pregunto 
cómo besarte, padre impío,
cómo atravesar la pared,
el concreto,
la carretera de la muerte
con el cuchillo visceral.

Tendida, yo, desnuda
en medio del incendio
inmóvil junto al corazón miserable;
que de nuevo pide agua: 
corazón fugitivo y gastado,
se detiene un instante a perdonar.

Esa fui yo, 
con mi sonrisa antigua
con la orfandad a cuestas
como un gusano en la sal 
en el pantano del porvenir.



DIANA CASTRO MENDOZA (San Salvador, 1991). Licenciada en Letras por la Universidad de El Salvador. Ganadora del Certamen Centroamericano de Poesía Ipso Facto de la Editorial Equizzero con su trabajo Levedad de voz. Entre sus libros publicados se destacan: Levedad de voz (Equizzero, 2015) y Una mancha roja (La Chifurnia, 2017). Su trabajo aparece en las antologías Torre de Babel, antología de poesía joven salvadoreña de antaño (Equizzero, 2015); Escaleras abajopoesía salvadoreña 1980-2021 (Editorial Perro Azul, Costa Rica, 2022). Su trabajo aparece en las revistas New York Poetry Review, 2022, Revista Kametsa, EntreTmas y El Escarabajo

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