Hazell Arauz, joven poeta nicaragüense radicada en Costa Rica, nos comparte una selección de su poesía
Hazel Arauz | Escritora
Después de todo un gorrión
me canta entre las manos.
Vivian Cruz
Pliegues
La bruma parió mis manos
El frío acunó cada uno de sus pliegues
Nunca se habían visto
unas manos tan vacías al nacer
Aunque ayunaron en el festín
y aprendieron a cubrirlo todo
con un manto mojado en furia
tenían un mal habito de supervivencia
Trazaron el esbelto cuerpo montuno
descansaron en la hojarasca
encendieron fogones matutinos
y tocaron silencios carnosos
Las llené de ríos
Han dibujado islas
Han apalabrado su canto ocarinoso
mientras cavan en la sal
para sembrar animales nocturnos
Nadie ha besado estas manos
Es necesario
sumergir la desnudez
en la aridez encendida
por el sol Leonense.
Metabolizar las ganas
de sucumbir al ensueño
a las secuencias
dibujadas en la lumbre
por el callo del talón engrosado
hacia una solidez casi acústica
En su geografía
hay un lenguaje ciego
que se resiste al peregrinaje.
Peregrinar es saberse mineral
El tiempo es agua hirviendo
en una lengua zurcida
Yo nunca he sabido bien
lo que digo
lo que dejo de decir
Leer más alto no funciona
y ensordece su horizontalidad vocal
Así que me engullo cada línea
como si fueran presagios
pero es tierra suelta
una capa delgada sobre otras capas
entonces grito y se vuelve líquido
Lloro
Siempre pensaste
que mi mayor vicio es llorar
sin embargo
también el ser inmoral
en un categórico más asequible
a la del perfeccionismo
A mis paisanos
Somo quienes trepan en la espesura
sabemos maravillarnos
con los cuatro rayos de sol frío
que nos amanece en las manos
Traemos todas las sombras
la verdadera historia
aunque la humedad
enmohezca su negrura
Sabemos de la Nada
Cargamos nuestras propias monedas
un peso para cada párpado
un peso para cada peaje
Hacia el firmamento
como el Indio desnudo
erguimos la frente
de todos los no nacidos
Así nos reconocemos
En nuestros ojos cerrados
danza un hormiguero
que adormece al miedo
A Eduardo Duarte
Sal y horizonte somos
bajo el ojo de la noche
Una lengua azul que se eleva
en danzas cristalinas
Brotamos como los almendros
tímidos desde el pecho
Tanteando la arena mojada
donde caerán nuestras hojas
y oiremos cantar al fuego
Él nos revelará el lugar
dónde antes estuvimos
a qué hemos venido
quién nos ha llamado
Cuando la hoja caiga
y se convierta en ese soplo
con el que besa las orillas marinas
un temblor nos abrirá la espalda salada
Desistiremos a ser solo esta raíz

Hazell Arauz Zamora. (Jinotega, Nicaragua, 1991). Docente de educación Primaria en Guanacaste, Costa Rica. Autora del poemario Hojas secas al viento (Fruit Salad Shaker, Costa Rica 2022). Sus textos han sido incluidos en revistas como Revista Monolito (México 2021) y Casa Bukowski (Chile 2021). También en antologías como La sangre de las décadas (Costa Rica 2021), Antología crepuscular de Oxímoron editora (Argentina 2022), Todos tienen un poco de amor de Puertas Blancas editores (Argentina 2022) y Bitácora Abierta de POIESIS editores (Costa Rica 2024). Mención de honor en el certamen Camino de palabras (Argentina 2024). Selección de su poema Aviso, para la publicación en Tiempo de poesía (España 2022).
Primer Lugar Certamen Nacional Brunca (Costa Rica 2025).
