Los abuelos y los nietos
Francisco Gavidia
Vamos a ver ¿qué dices de los que así te oprimen?
Qué dices, ciudadano, de los hijos del crimen?
No ves, no oyes ¡República! Que lloran y que gimen
Los hijos de los héroes que guiaba Morazán?
La Justicia está muerta. La Ley escarnecida.
La conciencia jadeante, muda, entenebrecida:
Las costumbres impuras y la Patria sin vida;
Las almas sin virtudes y las bocas sin pan.
El tirano está puesto, semejante a una araña,
En el centro; domina, traiciona, roba, engaña:
Su red sólida y firme tiene una urdimbre extraña,
Monstruosa, en que las almas se enredan, y él apaña
Dinero, fe, conciencia; con el bien, con el mal:
Él es justicia y jueces, que los ha sobornado;
Dice: yo soy la Ley, y soy el Estado;
Soy la Moral; la Historia, porque yo la he comprado:
El que apalea y mata es grande: yo he matado,
¡Salve al becerro de oro! ¡hosanna al dios Puñal!
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Bicentenario: Independiencia centroamericana, identidades culturales y olvido