«Si algo ha quedado en evidencia en estos dos años ya de pandemia es la asociación entre riesgo y extranjeros como una fuerte idea a través de la cual trazar hipótesis y explicaciones. Lo mismo ocurre con el tema de la inseguridad»
Memo Acuña | Sociólogo y escritor costarricense
El pasado 19 de enero, en pleno centro de la ciudad capital costarricense, se produjo un hecho que requirió la intervención policial.
En apariencia se trataba de un episodio en el que mediaba un arma de fuego e involucraba dos personas: el padre y su hijo. El evento término con la muerte del segundo, en su propio vehículo, a manos de la policía destacada en el lugar.
El suceso ocurrió en una de las cuadras más concurridas de la capital en horas cercanas al mediodía, situación propicia para que los noticieros de mayor alcance nacional dedicaran la apertura de sus emisiones, o sus «portadas», como suele indicarse en el argot de producción televisiva a informar en vivo lo que está ocurriendo.
Uno de los telenoticieros de mayor audiencia a esa hora acompañó su transmisión en vivo con videos que fueron tomados por personas-testigos de lo ocurrido, los que mostraban —dicho sea de paso— a decenas de personas con sus teléfonos celulares grabando videos o sacando fotografías del evento, que seguramente hoy circulen como tendencia o continúen siendo «viralizados en redes sociales».
Ante estas nuevas formas de intermediar la realidad, solo se puede pensar en la hiperespectacularización de lo cotidiano, la ausencia de sensibilidad ante el sufrimiento del otro o la otra y la banalización como acto central en la construcción de sentido de los eventos que se presencian.
De esto hablaremos en próximas reflexiones, al igual que de la acción policial a todas luces errática, así como del tema de la deteriorada salud mental en la población costarricense.
Lo que quisiera compartir ahora es cómo, una vez más, algunas ideas son materia de un burdo tratamiento informativo. En esa misma emisión noticiosa y en un intercambio entre periodista y director en el estudio, este último consultó si era conocida la nacionalidad de los involucrados en el hecho.
Esta sola consideración sugiere análisis extensos sobre la construcción de la noticia, el miedo como premisa de contenido y la presunción de que, en todo acto violento o de inseguridad, tiene que estar presente, sí o sí, una persona extranjera.
Si algo ha quedado en evidencia en estos dos años ya de pandemia es la asociación entre riesgo y extranjeros como una fuerte idea a través de la cual trazar hipótesis y explicaciones. Lo mismo ocurre con el tema de la inseguridad.
Hemos insistido, desde esta columna, en propiciar mejores lecturas, centradas sobre otras formas posibles de informar donde no medien percepciones ni presunciones de sospecha. La sola pregunta sobre la nacionalidad de los implicados en un accidente es prescindible porque no suma en la ecuación explicativa sobre el hecho en sí. Entonces ¿para qué lo hacen los medios?
La convivencia colectiva sigue siendo un asunto pendiente que —es necesario decirlo— exige, entre otras cosas, discreción, respeto, sensibilidad. Empecemos por alguno de los tres. La última, si les parece.
¿Les parece?
MEMO ACUÑA (Costa Rica, 1969). Sociólogo y escritor costarricense con posgrado en Comunicación Social. En la actualidad prepara su tesis de doctorado en Ciencias Sociales, UNA, Costa Rica. Fue profesor investigador de FLACSO Sede Académica Costa Rica (2005-2011) y tuvo a su cargo la Dirección del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional (2012-2017). Como escritor ha sido invitado a varios Festivales Internacionales y encuentros de literatura y poesía a nivel latinoamericano. Ha organizado eventos literarios relacionados con la migración, tales como encuentros, lecturas y talleres, a nivel centroamericano. Acompaña un espacio de escritura creativa denominado Taller del Sur, en la Universidad Nacional, Costa Rica. Ha publicado ocho poemarios en Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala, un libro de cuentos (Costa Rica) y uno de ensayos titulado Déjennos pasar. Migraciones y trashumancias en la región centroamericana (Editorial Amargord, España, 2019). Por esta última publicación obtuvo en Costa Rica el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echeverría en la rama de Ensayo, 2020.
Excelente columna.
Espero haber entendido el mensaje. De ser así, concuerdo. Los noticieros abusan de la nacionalidad de las víctimas. Dudo que incluso se encuentren en su derecho de saber de dónde procedemos.
¿Para qué?
Los seres humanos tienen esta urgencia de querer crear estereotipos basados en cultura. Las personas buscan patrones, y con un mediocre esfuerzo crean relaciones de causa y efecto tan falaces que ni ellas mismas se las creen. Gracias por llamar la atención en esta crisis discriminativa.
¡Buen trabajo Memo!