Presentamos una selección poética de Mónica Zepeda, escritora de Chiapas, México
¿Quién?
Después de tanto,
tanto viento a mi favor,
¿quién iba a pensar que lloraría?
¡Cómo iba a faltar a la promesa!
De no aparecer en el momento indicado
cuando el lugar fuese incorrecto.
De no mirar de frente
si se repetía aquél pasado.
¿Quién iba a pensar?
El hado,
la ironía,
el desapego,
la experiencia,
un criterio.
¿Quién?
A voces
¿Quién siempre? ¿Quién a voces
impide ser un secreto a veces?
¿Es acaso quien intenta ser ocaso
Es acoso el despertar de un suicida,
que a voces muerde,
que nunca se halla.
No sé qué fue primero,
no sé quién es culpable,
el rostro o la vergüenza,
la desidia o el trastorno.
¿Quién siempre, quién a veces
escribe un secreto,
la boca o la palabra?
El silencio que, entre una y otra, estalla.
Tentación
Contempla, niña, desde lejos, el jardín.
Las espinas pertenecen a su tallo,
las margaritas no deshojan tus te quiero,
las estrellas aún las tienes a la mano.
Niña, estás a salvo,
los monstruos no asoman
ni su sombra
a la puerta de tu cuarto.
(«¿Quién?», «A voces» y «Tentación» forman parte del poemario Si miento sobre el abismo, 2014)
Enterramos la esperanza
Tratábamos de salvarnos uno al otro,
uno del otro y de nosotros mismos.
Tratábamos de salvarnos, y no en vano,
porque antes de morir nosotros
enterramos la esperanza
y valió la pena, tú bien sabes,
mantenernos vivos
para ver, al fin, el fin.
Un mismo árbol
El poema es tensión.
El poema sujeta la soga que
lía a dos seres equidistantes:
los mantiene, al fin y al cabo,
de cabo a rabo,
a cada uno en su puesto
y en suposición del otro.
Los mantiene suspendidos
en distintas ramas de un mismo árbol
y no ahorca y pone el banco.
Les advierte con certeza:
quien dé un paso hacia delante
habrá dado marcha atrás.
Madurez y golpe
Tú que como semilla dentro del fruto, todavía infértil,
te supiste el goce anhelado de la tierra.
Tú que yaces el suelo y eres,
al mismo tiempo, madurez y golpe:
contemplas bajo el dulce árbol
no la sombra de sus ramas, pero sí su herencia.
¿Qué corta lejanía te pronuncia en mis raíces?
¿Por qué evoca esta noche el primer llanto
y aún se escucha el júbilo de tu existencia en el río?
La inmediatez de lo efímero
Descalzo mi rastro y lo guardo
en medio de un libro añejo
para que viva eternamente disecado
como vive entre sus páginas la flor.
Ya está escrito allí el sol,
rótulo de madrugada.
Ya desvela su piel lo oculto
y es silencio trasnochado en el librero
que habita al filo del quizás y la palabra.
Pero la palidez del poema se sonroja.
Donde antes se leía:
no voy a soltar tu mano. Se lee ahora:
nunca, como de ti, me olvidé de alguien.
Gloria al camino de los verbos que entrelazan
todo el ayer y siempre hoy con un mañana.
(«Enterramos la esperanza», «Un mismo árbol», «Madurez y golpe», «La inmediatez de lo efímero» forman parte de Las arrugas de mi infancia, CONECULTA, 2020)

MÓNICA ZEPEDA (San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, 1987). Licenciada en Literatura y Creación Literaria por Casa Lamm. Meta-NLP Master Practitioner por The International Society of Neuro-Semantics. Es autora de Si miento sobre el abismo (2014) y Las arrugas de mi infancia (Coneculta Chiapas, 2020). Su obra ha sido incluida en varias antologías como Universo Poético de Chiapas: itinerario del siglo XX (Coneculta Chiapas, 2017); Poetas en el Cosmovitral (H. Ayuntamiento de Toluca, 2018); La piedra del fuego, Antología de poetas chiapanecos (Editorial Cultura, Guatemala, 2019); Antología Multilingüe (Artepoética Press, 2022). Ha participado en festivales de poesía nacionales e internacionales como Jornadas Pellicerianas 2022 y The Americas Poetry Festival of New York 2022. Parte de su obra poética ha sido traducida al polaco y al inglés. Poemas suyos también han sido publicados en reconocidos medios impresos y electrónicos de México, España, Honduras, Guatemala, Perú, Bolivia, Chile y Estados Unidos. Obtuvo el tercer lugar en el VI Premio Literario Internacional «Letras de Iberoamérica 2022» en la categoría de cuento corto con el texto Acerca de tiempos remotos.