La escritora y académica salvadoreña radicada en Alemania, Miroslava Rosales, nos comparte una selección de su última publicación titulada República del excremento/ Repubblica dello sterco (Formarti 2022) un potente poemario que dialoga sobre el dolor, el sufrimiento, la violencia y el desencanto de nuestra cosa pública
Miroslava Rosales / Escritora, editora, periodista y académica
País mío no existes
solo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo
Roque Dalton
Porque el plomo de la mentira cae, hirviendo,
sobre el cuerpo del pueblo perseguido
Efraín Huerta
Yo del país decapitado
País mío
país nuestro
todo es el cúmulo de tus heridas y el pus
tantos siglos
bajo el signo de la necrosis
que ya no reconoces la sinfonía de la ternura más elaborada
Solo mordazas Solo mordazas en ti
País mío país nuestro
país de madres decapitadas y ninfas sarnosas
de cíclopes tatuados con cuchillo en mano
de ancianas sin la claridad de la luna
de niños niños anhelando los violines del mar y del cielo
los clarinetes de los bosques sin manchas de vinagre
República del excremento
país de cerdos que devoran los corazones de los más pequeños
país país país país país país
de cocodrilos en las esquinas a la espera de un transeúnte descuidado
país mío un cadáver la esperanza leños secos los burócratas
país de clicas que se expanden
como células cancerosas en un cuerpo de edad avanzada
de fosas clandestinas
país de homeboys y palabreros
cárceles atestadas de aguijones moscas y ratones
País sin mausoleo digno de veneración
nadie te ofrenda cantos de gloriosa paz y trompetas de oro y jazmines
País el ataúd de mis palabras
País sangrante fruto sobre mi mano
país
plaga de termitas y leones
País mío
contemplo tus escombros de templo de gusano
en medio solo el llanto se alza como bandera descolorida
Te adentras a mí con las páginas sangrientas de los periódicos
con niñas mutiladas de los arcoíris
País de gases lacrimógenos machetes y fusiles contra la danza del sol
piara de policías y políticos
País mío
las ratas y millones de cucarachas salpican tu morgue (a punto del colapso)
y las cabezas de mujeres te pueblan los ríos como cangrejos
solo lobos custodian tus fronteras de aluminio y electricidad
¿Cuándo
país mío
serás la hierba acariciada por la lluvia más generosa
a darte al sol
como niño a su joven madre
como el cometa al cielo sin lágrimas
a ser abrigo de begonias para los insectos
los que no saben de la partitura
vivaz como un paisaje del trópico?
¿Cuándo serás la música del alba y no de la rabia endurecida?
Yo solo escucho los aullidos de la noche que avanza como una fila de inmigrantes en el desierto
País mío no existes
es la verdad
la terrible verdad de tu epitafio
nadie habla más de ti
para el vuelo de los caballos
solo tu sangre es digna de titular
vos mi enemigo de primera fila
por tu ponzoña
por tus golpes en cada una de las notas de mi delirio
¿Cuándo
país mío
los girasoles se multiplicarán para los niños con pega en sus estómagos? Solo conocen la crueldad en forma de picahielo
solo conocen la crueldad en forma de político
¿Cuándo tendrás la vivacidad de las heliconias de un parque botánico
y las gaviotas de un mar muy limpio
y el sabor del melón
y podrás dar caricias a nosotros los desvalidos como un padre comprensivo?
¿cuándo el sosiego de mi raíz?
¿cuándo el recuerdo sin más llanto como mazo?
¿cuándo la brisa en vez de alacranes para mi cabellera?
¿cuándo serás la casa para mis espinas
el bálsamo la miel el aroma a lavanda para este dolor acumulado?
País mío
¿por qué tantas murallas y cercos eléctricos para tus ojos?
¿por qué tu maquinaria del odio sigue funcionando en este olvido?
¿por qué las alabanzas no te resucitan?
¿por qué te vuelves hueso roído en la mugre?
País mío
te pareces al sauce talado que ha sido dejado a la orilla de la carretera
al sicario sangrando en el hacinamiento de una cárcel del Pacífico
al buey destazado
Te inhalo
como la cocaína más barata
a veces eres una luz que entra a una de las grutas de mi corazón
y te posas allí como corderito
y te miro caer al fango desde siempre
desde siempre
País mío
solo destacas por ser el criminal de la noche más extensa
la noche cúpula de víboras
por el filo de tus cuchillos contra la risa
por los disparos de tus noches sin bondad
colmadas de murciélagos
por tus chupaderos y autohoteles en donde la esperanza siempre se oxida muy temprano
en ti el licor es una hemorragia sin cura
y tus calles
y tus discotecas
y tus prostíbulos y tu psiquiátrico me recuerdan a los intestinos necróticos que he
visto en los hospitales del excremento
Hermanos míos
todo el país la línea blanca
la elegía de las ballenas
País el peso de tus lágrimas me hunde en la desolación de los violines
País
amoroso jardín para los bendecidos por el dólar y las joyas
¡Gloria a la bestialidad!
¡Gracias por nuestro hundimiento!
Nada de nuestros sueños quedará en pie
solo sus bancos y sus compañías y sus centros comerciales y sus partidos políticos
Nada de nosotros quedará en pie ante la tempestad de las sierras eléctricas
País mío
país nuestro que estás en el cielo
¿por qué tus hijos te decapitaron con este machete?
Caravanas
Este país cruzado a diario
por caravanas Buscan las gotas de la esperanza
allá en la tierra del águila calva
En la lejana frontera del Norte
allá donde se dice
se piensa
se cree
habitan las serpientes los coyotes las lagartijas
las puntas de flechas y la sequía
las reciben
gas lacrimógeno
milicias al son de los estallidos
golpes como del odio de Dios
puñetazos de bolas de fuego
hogueras de espinas y de sal
balas de goma
gas pimienta
pan podrido
fosas abiertas a la noche de los aullidos
Este país de polvo y de nopaleras
este país de abrazos suculentos
este país de leche agria en forma de navaja en forma de político
este país del ámbar y de la jacaranda en primavera
en búsqueda constante
de un arcoíris para sus hijos
Ni aquí ni allá cabida existe
para su dolor
del tamaño de un desierto
«No hay sitio para nosotros» dicen entre sí
«No hay sitio para ustedes» les gritan
Dicen que soy mojada
que mi crimen es no llevar papeles
La autoridad de la muerte no sabe que yo soy de tierra fértil y que hablo la lengua del magma
que soy del aroma a coco y del sabor del níspero
que bailo pese a las despedidas y a las pocas monedas en mi bolsillo sobre el techo de un verano inagotable de luz amable
que persigo un fin más noble
y que mi dignidad no se doblega ante ninguna bandera ante las oraciones de los hipócritas
Allá en mi tierra de volcanes siempre llueve a cántaros y
los grillos visitan los patios de las casas y
las chicharras de marzo saben mi nombre: María Volcán
Soy María Volcán
y
el luto
un pájaro adentro
El luto una caída de clavos en la boca
El luto la inflamación de un nervio
¿Adónde el consuelo para mis pies bajo la aridez de la indiferencia?
¿Adónde mi hijo?
¿Adónde mi hija?
¿Adónde la matria como manto de lana abrazando mi corazón?
Este país de agave
en búsqueda de una melodía de afecto
en búsqueda permanente de los cuerpos
Su destino:
huir de los tiroteos de las llamas
de los escombros del esplendor
de las calles de sangre acumulada
y adornadas por cabezas colgando de los puentes como farolitos de Navidad
Las caravanas son el éxodo de la esperanza
Necesitan de nuestros corazones de refugio
para en cualquier lugar del mundo florecer
Noche de víboras y estiércol
Noche de víboras y estiércol
cuando mi cuerpo como un clavo oxidado fue encontrado a la orilla del río Acelhuate
Noche de víboras y estiércol
cuando mi madre levantó el teléfono una tarde
y supo del destino de mi cuerpo:
fue repartido por las plazas como si de pétalos se tratara
¿dónde mis ojos?
Noche de víboras y estiércol
cuando mi hermano frente a mis retratos lloró y brindó oraciones
Desde ese día
ningún cirio fue suficiente para iluminar su soledad
Noche de víboras y estiércol
cuando mi hermana se volvió una pared de cal
y
su corazón
un velo negro
humo
herrumbre
y
mi corazón
una anciana con llanto como
abrigo
y
el corazón de este país un promontorio de cenizas
Noche de víboras y estiércol
noche sin lentejuelas en los bordes
noche carente de caramelos
cuando mi hijo en vez de mi cuerpo
gusanos para su esperanza encontró
¿Cuándo el fin de la noche de víboras y estiércol
si todo es muerte
si todo son disparos caries corazones atados al ahogo en el pedazo de dolor llamado país?

Miroslava Rosales Vásquez. (1985). Escritora, editora, periodista y académica salvadoreña radicada en Alemania. Estudia el Doctorado en Literaturas en Lenguas Romances (Romanistik), en la Bergische Universität Wuppertal. Ha sido becaria del Deutscher Akademischer Austauschdienst (DAAD). Con el apoyo del Programa de Becas de Excelencia del Gobierno de México para Extranjeros, obtuvo el grado de Maestra en Literatura Hispanoamericana, por la Universidad de Guanajuato, México. Su trabajo poético ha aparecido en revistas y antologías internacionales. Ha participado en festivales de poesía en México, El Salvador y Nicaragua. Ha brindado seminarios de literatura en El Salvador, Alemania y España; asimismo, ha dado talleres de escritura creativa en Alemania, México y El Salvador. Ha sido editora de la revista mexicana Cuadrivio. Su más reciente libro: República del excremento / Repubblica dello sterco (Formarti 2022), en traducción al italiano por Rocío Bolaños. En 2025, se espera tener publicado dicho libro, en versión al inglés por Mauricio Espinoza, en el catálogo de Formarti (Milano). Asimismo, está siendo traducido al portugués para ser publicado por la editorial Serafina (Lisboa). En 2024, fue llevado al teatro por Samanta Pizarro Aliste (Chile), Omar Guadarrama (México) y Adam Arhelger (Alemania). La escenificación teatral recibió el apoyo del NRW Landesbüro Freie Darstellende Künste, el Diversitätsfonds NRW y el Kulturbüro-Stadt Wuppertal. Página: https://miroslavarosalesv.wixsite.com/literature.