Umit, libro de Luis Borja

Luis Borja ganó con Umit, en 2019, la VI edición del reconocido Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador (Salamanca, España). Stefanía Di Leo, poeta y traductora italiana, nos da su impresión sobre este libro que «nos invita a todos los poetas a no volver al silencio, a no callarnos frente a la injusticia»

Stefanía Di Leo | Poeta y traductora italiana

Libertad pura e inalcanzable,
rodeada de lirios y de jazmines,
esperanza de amor venidero.
Te buscaré hasta mi último aliento.
Serás una gaviota franca
en el sosiego hermoso de la luz.
Hoy, en la gravedad del ocaso, te he sentido.
Tú, a quien llamo libertad, eres eterna.

Para Luis Borja, Stefanía Di Leo 

Leo, con las lágrimas en mis ojos, la dedicatoria del libro-presagio UMIT que el excelente poeta salvadoreño Luis Borja me ha regalado. Sin duda, un libro de simbolismo y denuncia sobre la «represión indígena de 32», escrito para honrar la inocente sangre derramada, y por —él mismo me lo dedica— la fiereza de la resistencia. Como lingüista me impacta el homenaje que Luis Borja hace al pipil, la lengua nahua, injustamente oprimida y violada por el poder. Como poeta me impacta la inverosímil fuerza humana de sus versos, UMIT es un canto a la justicia, al amor, a la esperanza.

Luis Borja no canta la Libertad de un solo pueblo, canta la libertad universal: en este mundo el sacrificio de tantos seres que luchan por la vida no debe ser en vano. Según él, el crimen del etnocidio se debe denunciar, porque todos somos hermanos, somos «la jícara y el destino de la tierra». El impresionante vigor y la fuerza de los versos refleja la fuerza interior del poeta, su firmeza y el valor civil y moral de su poesía; porque cada hombre no debe callar la locura ni la muerte, porque pertenecemos a la tierra, porque somos hermanos, aunque pertenezcamos a la noche.

UMIT es un libro maravillosamente complejo. Como europea puedo aprender las costumbres de Centroamérica, la simbología y la importancia de la familia y el culto de ella; el padre y la madre son pilares y fuentes de transmisión de una herencia cultural y familiar, y a la vez, trasmiten una sucesión sin pares; una lengua oral, unas costumbres indígenas que no deben desaparecer, y solo se pueden guardar a través de la solidez, de la hermandad, a través de la convivencia civil entre la población preexistente y la población que se sobrepone. El tema de la matanza de las poblaciones indígenas se convierte en un himno a la vida: el río de cadáveres del que habla Luis Borja se hace premonitor de una crueldad que no tiene nombre. La búsqueda de la Justicia y el rescate de los inocentes son dos inconscientes objetivos que destacan a lo largo del libro: la justicia tiene una ligereza insostenible, la injusticia, en cambio, pesa, quema y consume, llevándonos hacia los círculos más misteriosos del infierno y de las tinieblas.

Los que, como el poeta Luis Borja, denuncian las injusticias tienen mucho valor, no lo hacen solo a través de la palabras, o los versos, lo hacen con el alma. El espíritu de Luis Borja es justo, es un espíritu práctico, sus discursos van más allá de las palabras embriagadoras, su coherencia entre hechos y palabras, una concordancia armónica, una combinación de tonos y energías: el sonido de su alma, resuena, de acuerdo con el universo, homenajeando a la madre tierra, a los elementos naturales, a los hombres, a la vida.

El objetivo principal de Luis Borja es cantar la historia de la humanidad, denunciar el problema del otro (alteridad), una invitación para toda la humanidad a respetar lo diferente, manteniendo y guardando las raíces históricas: la historia se tiene que cultivar, porque una cultura sin sus raíces históricas es incompleta. La historia de un solo pueblo es la historia de la humanidad entera: el poeta piensa en los indígenas como seres humanos completos, con los mismos derechos que le pertenecen a cada hombre; ellos no son una raza inferior, no se deben eliminar. Este tipo de comportamiento conduce al poeta a la asimilación, a la proyección de los valores propios en los demás; por esa razón no debe existir historia montada sobre la muerte, ni cinismo de las voces templadas por los astros…

El hombre está perdido cuando por culpa del odio y de la matanza pierde el valor y el respeto del otro. La matanza genera otra guerra, porque los muertos no pueden levantar con su mano las banderas para rendirse. Este breve, pero denso y maravilloso libro, es un himno a la paz, a la no violencia.

«Nadie entiende el calvario de los huesos/Nadie entiende la lengua de los padres/ Nadie entiende el susurro de la tierra» este soplo, esta unión con la madre tierra nos une para siempre con el universo, porque todo comienza en el sueño de los pájaros y su grito de sangre, porque los seres humanos no tenemos que caer como gota y ceniza.

UMIT es el libro que nos invita a todos los poetas a no volver al silencio, a no callarnos frente a la injusticia, es la extraordinaria herencia de Luis Borja para la humanidad, es su grito de libertad, su anhelo de igualdad, su himno a la fraternidad.

1 Comment

  1. Hay del escritor que no dice nada en su puesilla .Hay del escritor que solo escribe al viento a la rima, las letra a los simbolos y numeros, asi como la pintura astracta que se tiro y formo un marullu de ramas entrelasadas y no medice nada más que el color. Adonde quedo tu micion de informar y educar, me gusta hace dinero lo publico. Biato que fue insultado por desir la verdad, que incado en su oracion una vala lo mato, Layco Santo que estais en los altares de los que antes te querian verte muerto. Farsa es la palabra del que manda. Bukele es el que miente, dise farsa que moristes con tu pueblo y los mil del Mozote, pero alli te tiene en el altar de la Patria.

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