/

La palabra contra el olvido: la poesía testimonial

La poesía testimonial no solo documenta, sino que interpela, conmueve y genera memoria frente al olvido y la injusticia. En el día internacional de la poesía, compartimos un ensayo de Claudia Meyer

Claudia Meyer / Poeta, investigadora y catedrática

Optar por la poesía para documentar lo testimonial implica explorar rutas distintas a las de la crónica o la biografía. La poesía testimonial se caracteriza por su hibridez, su capacidad para reorganizar el sentido y resignificar el tiempo en que es escrita (Hoyos, 2021). Mientras la crónica busca una reconstrucción de los hechos y la biografía se centra en un recorrido personal, la poesía testimonial permite un acceso emocional y simbólico a las experiencias. No se limita a una denuncia frontal, sino que abre rutas imaginativas que desafían el peso del poder (Mansilla, 2019). Esta poesía no solo da cuenta de los acontecimientos, sino que genera un espacio de resonancia para los afectos y la memoria colectiva (Hoyos, 2021).

La poesía testimonial se configura como un registro que transgrede la narración tradicional de los hechos: construye una representación múltiple que interpela al lector desde la huella del dolor y la violencia (Hoyos, 2018). En esta dinámica, lo estético no se reduce a un simple adorno, sino que se convierte en un detonante que amplifica la función política del testimonio (Jait, 2008). La tensión entre testimonio y belleza no implica subordinación, sino una fusión que permite una comprensión diferente de la experiencia humana. En ese sentido, la construcción metafórica de la poesía testimonial ofrece un acercamiento a realidades que de otro modo quedarían desdibujadas, permitiendo que la palabra reanime lo que amenaza con perecer (Jait, 2008).

Si bien la guerra ha sido un motivo recurrente en la poesía testimonial, su alcance va más allá. Se pueden testimoniar las distintas formas de violencia, el desplazamiento, la marginalidad y la injusticia, entre otros aspectos. La poesía no busca reproducir lo irreproducible, sino traducirlo desde una estética particular que evite el mero esteticismo (Jait, 2008). En este sentido, el poeta se convierte en un canalizador del contexto histórico, pudiendo otorgar voz a relatos que han sido silenciados. Por ende, el valor de la poesía testimonial está en tanto desafía la opresión desde lo ético y lo moral, y a la vez cumple con exigencias estéticas que le otorgan su potencia artística (Mansilla, 2019).

Es así como el poeta, desde su propia trinchera letrada, puede aportar a la construcción de memoria y denuncia. La riqueza de la poesía testimonial radica en la pluralidad de perspectivas y en las diferentes voces que la configuran (Hoyos, 2018). Esta diversidad permite que el lector también participe del testimonio, convirtiéndose en testigo de lo vivido por otro a través del lenguaje (Mansilla, 2019). Ya lo decía Roque: «En ese sentido si lo queréis soy el testigo. / Solo que inútil pues corroído por la pasión. / Lo principal en este caso sois entonces vosotros. Pero no temáis sobremanera pues en la peor de las ocurrencias el único castigado seré yo» (Dalton, 2015, p. 1). Así, la poesía testimonial no solo documenta, sino que interpela.

En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha declarado como lema «La poesía como puente para la paz y la inclusión» para el Día Mundial de la Poesía en 2025. Este lema enfatiza la capacidad de la poesía para trascender fronteras, fomentar el entendimiento y unir a comunidades diversas (Thakur, 2025).

Desde 1999, la UNESCO ha celebrado el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía con el propósito de destacar su papel en la expresión cultural y la identidad lingüística de la humanidad. La poesía ha sido una práctica universal a lo largo de la historia, permitiendo que distintas sociedades compartan sus valores y experiencias. Este reconocimiento también busca apoyar la diversidad lingüística y dar visibilidad a aquellas lenguas en peligro de extinción (UNESCO, s.f.).

El conflicto armado en El Salvador (1980-1992) finalizó con la firma de los Acuerdos de Paz, que impulsaron un sistema multipartidista y reformas en seguridad y justicia. A partir de los años 2000, el país, viviendo en democracia, afrontó retos de gobernabilidad, corrupción y desigualdad. Durante la década de 2010, la polarización política, la violencia y la migración masiva afectaron la estabilidad social. En 2019, Nayib Bukele llegó a la presidencia. Su gobierno ha sido señalado por violaciones a los derechos humanos, especialmente tras la instauración del régimen de excepción en 2022, el cual ha restringido garantías constitucionales. Pese a cuestionamientos internacionales sobre retrocesos democráticos, en 2024 Bukele fue reelegido. En 2025, El Salvador sigue bajo régimen de excepción.

En los últimos años, diversas publicaciones han dado voz a esta realidad salvadoreña a través de la poesía testimonial. Obras como Poetas contra el fascismo (2021), donde participaron 16 poetas salvadoreños, han denunciado las problemáticas sociales y políticas del país. Dictadura vintage (2021), publicada por Chifurnia Libros con prólogo y compilación de William Alfaro, reunió a 21 poetas que escriben desde la memoria y la resistencia. Además, la antología La paz no se logra solo con el deseo: poetas hispanoamericanos por la vida (2022), también publicada por Chifurnia Libros, incluyó voces salvadoreñas en una reflexión poética sobre la vida, la justicia y la memoria. Estas iniciativas muestran que la poesía ha sido y seguirá siendo una herramienta válida para la denuncia, la reflexión y la búsqueda de justicia en tiempos de incertidumbre.

En escenarios de conflicto como Gaza, Ucrania o El Salvador, donde la violencia ha moldeado generaciones, la palabra, como acto de expresión, define la realidad. Puede ser un instrumento de opresión o una herramienta de resistencia. En sociedades marcadas por el conflicto y la censura, la palabra no es neutral: será mordaza o será clamor. En la poesía testimonial, la palabra es un compromiso desde donde se confronta la desmemoria y la injusticia. En un mundo donde la narrativa oficial escribe la historia, desde la palabra poética que da testimonio se puede documentar la memoria frente al olvido: hacer uso de la palabra en el presente por todas las palabras futuras.


Referencias

Dalton, R. (2015). Los testimonios. Colección Roque Dalton. Ocean Sur.
https://www.oceansur.com/uploads/libro/2022/07/12/los-testimonios.pdf
Hoyos, A. (2018, del 16 al 18 de octubre). Escrituras de la lengua del resto: filosofía, estética y política en la poesía testimonial colombiana [conferencia]. Congreso Internacional «Cuerpos, despojos, territorios: la vida amenazada». Actas. Universidad Andina Simón Bolívar https://www.uasb.edu.ec/wp-content/uploads/2022/06/HOYOS-GUZMAN-ANGELICA.-Escrituras-de-la-lengua-del-resto-filosofia-estetica-y-politica-en-la-poesia.pdf
Hoyos, A. (2021). Poesía testimonial y sobrevivencia en Colombia. Afectos, justicia y memoria del conflicto armado (1980-2019) [Tesis de doctorado, Universidad Andina Simón Bolívar]. https://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/8251/1/TD163-DLLA-Hoyos-Poesia.pdf
Jait, A. (2008, del 10 al 12 de diciembre). Poesía y testimonio [conferencia]. V Jornadas de Sociología de la UNLP. En Memoria Académica, repositorio institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la Universidad Nacional de La Plata. https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.6154/ev.6154.pdf
Mansilla, S. (2019). Poesía testimonial: la verdad de la imaginación y del lenguaje. ALPHA: Revista de Artes, Letras y Filosofía, 1(8), pp. 23-42. https://revistaalpha.ulagos.cl/index.php/alpha/article/view/2105
Spandan Thakur, S. (2025, 10 de marzo). Celebrating World Poetry Day 2025, in Classroom. Classplus Growth Blog. https://classplusapp.com/growth/world-poetry-day-2025-theme-peace-and-inclusion/
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO]. (s.f.). Día Mundial de la Poesía. https://www.unesco.org/es/days/poetry


Claudia Meyer. (El Salvador, 1980). Máster en Gestión Estratégica de la Comunicación y mercadóloga, además de Gran Maestre en Poesía (2011). Poeta, narradora y articulista con publicaciones nacionales y regionales. Autora de Estación del frío (2021) y participante en antologías como Jardín de sangre (2020), Mujeres al centro. Relatos y ficciones de mujeres centroamericanas (Seminario de Literatura Feminista y Ciudadanía (2019) y La poesía del siglo XX en El Salvador (2012), entre otras publicaciones. Ha sido jurado en certámenes literarios como los Juegos Florales del Ministerio de Cultura de El Salvador (2015–2018) y el Premio Hispanoamericano de Poesía de la Alcaldía de San Salvador (2017, 2019). Publica en revistas como Disruptiva, FACTum, El Escarabajo y EsCultural, donde aborda temas relacionados con la cultura, la comunicación y el pensamiento crítico. Su producción académica abarca artículos científicos y ensayos, ponencias y conferencias presentadas en diversos foros especializados y espacios académicos de prestigio, sobre economía creativa, arte y cultura. A la fecha, labora como coordinadora de UFG Editores.

LEER ESPECIAL

Deja una respuesta

Your email address will not be published.