Especial La Paz incómoda
Un 16 de enero de 1992 se firmaron los Acuerdos de Paz que pusieron fin a 12 años de guerra civil en El Salvador. Los Acuerdos de Paz son una vía pacífica para la resolución de conflictos bélicos, un mecanismo diplomático para la restauración de la estabilidad y la reconciliación entre las partes firmantes. Caracterizados por la negociación y compromisos mutuos, los acuerdos buscan poner fin a hostilidades prolongadas y sentar las bases para una coexistencia pacífica.
Dentro del contexto de los Acuerdos de Paz, se abrieron espacios políticos para las entidades en conflicto en búsqueda de la consolidación de la estabilidad y la promoción de la alternancia democrática. Esta inclusión no solo se limitó a la participación en elecciones, sino que abarca la integración de voces y perspectivas diversas, a fin de procurar que sus intereses sean considerados de manera equitativa. La alternancia democrática, entendida como la sucesión pacífica y regular de diferentes fuerzas políticas en el poder, se convierte así en un elemento clave en este proceso, ya que previene que el poder se ostente a través de un solo grupo o individuo, sumando a la consolidación de una cultura política basada en la garantía del respeto por la diversidad de opiniones y la libre pluralidad de ideas.
La transición hacia la democracia después de un conflicto bélico no solo implica la firma de Acuerdos de Paz y la apertura de espacios políticos: se deben cuidar y preservar los fundamentos democráticos establecidos. Las instituciones democráticas, creadas o reformadas durante el proceso de postconflicto, deben ser salvaguardadas. Esto implica un compromiso para mantener la integridad de las instituciones, es decir mantener la finalidad para las cuales fueron creadas, y para respetar la separación de poderes y garantizar la igualdad ante la ley.
Un 16 de enero, pero de 2021, nació esta revista, El Escarabajo, que, según su primer editorial, «nace como un medio de difusión cultural independiente, crítico, plural, un espacio que se irá construyendo a partir de todas las voces, las perspectivas y debates posibles». Como primera publicación, se realizó un especial a propósito de los Acuerdos de Paz, haciendo eco, en su momento, al llamado ciudadano de #ProhibidoOlvidarSv
A 32 años de la firma de los Acuerdos de Paz, y tres años después de nuestra primera publicación, creemos que la cultura y las artes son instrumentos poderosos para la resistencia y la reconstrucción social. Las expresiones culturales son medios para preservar la identidad, resistir la opresión, superar el temor, evadir el silencio y narrar las experiencias vividas. La cultura y las artes sirven como testimonios vivos de la realidad social y política. Nuestra literatura y nuestro arte están plagados de ejemplos dolorosos de resistencia frente al poder.
El Escarabajo es un vehículo para la preservación y difusión cultural y artística, como medio de preservación de la memoria colectiva. Estamos convencidos que la libertad creativa y la diversidad de expresiones desempeñan un papel fundamental como instrumentos de inclusión y participación ciudadana.
Además, en espacios democráticos, la cultura y las artes actúan como catalizadores del diálogo y el debate público. Es por ello, que en nuestro tercer aniversario presentamos una serie de colaboraciones a propósito de los Acuerdos de Paz: miradas históricas, reflexiones sobre la posguerra, opiniones sobre el acontecer actual y muestras artísticas, estimulando así la reflexión crítica y la participación ciudadana. Ni la guerra ni los Acuerdos de Paz fueron una farsa, la sangre no fue una mentira o un espejismo. Lograr la paz es una faena diaria, y desde El Escarabajo nos sumamos a ella, como dice el poeta Kijadurías «Te debo esta batalla (…) haciendo de la vida la mejor coartada (…)».
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